A colación del terrible accidente de caza que tuvo lugar el pasado Domingo en tierras cacereñas, en el que más de una decena de perros de una rehala, se precipitan por un barranco en el agarre de un venado en un cortado, quiero, como no, dar todo el apoyo al perrero, por lo drástico del lance y sobre todo por la persecución que está sufriendo en las redes por grupos totalitarios que quieren alejarse de la vieja política a base de prohibiciones, sí ellos que tantas veces han condenado en las manifestaciones el autoritarismo y prohibicionismo de otros tiempos, tratan de imponer las suyas como cualquier régimen de dudoso honor.
Sacar un rato por la mañana a tu perro, volverte a casa, ponerle un pañal y la tele, hasta la cagadita de la tarde noche, no hace nada más que denigrar al perro como perro y a quien lo hace como persona.
Los perros son perros, les encanta ser perros y sobre todo, que los traten como a perros, quien quiera hijos que los tenga y no trate a través de sus ideas, ordenarle la vida a terceras personas con respecto a sus mascotas.
Hay que ser muy malo para usar un accidente que te deja destrozado, para terminar de hundirte, eso es lo que hacen los animalistas.
Como hay aviones que se caen "a prohibir volar" es la misma lógica.
Jamás entenderán que los que no hemos dejenerado aún somos los que arreglaremos en su día sus infumables desmanes en los hábitos de vida y sociales.